27.11.12

El cerró sus ojos lentamente, y perdí el rumbo de mi vida.


Él cerró los ojos lentamente, y fue la última vez que miró la luz. Su corazón había dejado de latir, aquella maquina solo hacía ese ruido escandaloso, el ruido de cuando la gente se muere… Si, aquel horrible ruido.
Lo miré con toda la ternura del mundo, y mis lágrimas no paraban de correr. Era el fin. Lo sabía perfectamente, pero nunca lo voy a aceptar.
            Mi cuerpo quedo desorganizado, no podía respirar, no podía moverme, no sabía si mi corazón aun latía, creo que no. El ya se lo había llevado consigo.
            La enfermera me trato de sacar de la habitación, pero yo no quería. Mi cuerpo reaccionó agresivamente y la golpee desenfrenadamente, ella pedía ayuda, pero yo no quería separarme de él una vez más. No otra vez.
            Estaba ida, totalmente perdida. Seguridad me sacó del hospital, mientras yo gritaba su nombre, el cual nunca olvidaré. La gente me miraba como si estuviera loca, pero ellos nunca experimentaron lo que es que parte de tu vida se muera delante de tus propios ojos.
            El murió mientras yo sostenía sus manos, mientras él me dedicaba un “Te amo”. El murió por mi. Y mi corazón murió con él. 

24.11.12

El ruido del silencio.


El silencio se hizo profundo, tan profundo que daba miedo. Las mentiras se difuminaron, tus simples mentiras.
La sonata para dos se volvió trizas, ya no era la misma. Tú te quedaste callado, pero tus ojos gritaban de emoción gritaban al simple hecho de que íbamos a estar juntos. El ambiente se cargó de emociones, emociones que no se expresaban con palabras pero que entendimos perfectamente. El silencio solo era un puente.
Entendí perfectamente esa noche todo lo que siempre quise saber de ti, todo lo que simplemente me agradó y lo que me desagradó. Esa noche nuestros labios no se movieron para pronunciar ningún ruido. Esa noche ame por primera vez el ruido del silencio.

23.11.12

Las palabras de la seducción.


Su suave aliento rozo mi cuello erizado por el mismo, mientras sus manos se posaban donde él las quería. Mi cuerpo se quedó inmóvil al delicado coqueteo que él hacia, sus labios subían por mi cuello dibujando un frágil camino al hacerlo, llegaron a mis labios y repetidamente me besó, una y otra y otra vez… Pensé que moriría.

- Eres mía, toda mía… Todo tu cuerpo, toda tu mente, toda tu alma, todo tu ser, todo tu pasado, presente y futuro es mío… Solamente mío y de nadie mas. Dijo con un tono de sensualidad, pero se podía sentir el amargo pesar de que algún día puede que no esté para él.

Yo me quede pensando mientras el coqueteaba aún más con mi cuerpo, decidida le contesté con un tono seductor y un poco malvado:

-Tú no te quedas atrás, porque tú eres todo mío…

         Pero esta vez no solo fueron palabras, quería demostrárselo con actos, agarre las riendas del asunto y lo besé como nunca. Una sonrisa de sumisión salia de su boca después del beso y lo único que pudo decir fue: “Si, soy todo tuyo. Te amo.”

         Y mi mundo se volvió un caos…

16.11.12

Ese horrible momento.



Ese momento fue único, sentir como tu alma se despega poco a poco de tu cuerpo y que no sea un simple sueño no es algo que una persona normal quisiera vivir.
En ese momento me deje llevar, pensé que moriría sin que alguien escuchara mis gritos de ayuda… Sin alguien que muriera conmigo…
        Ese fue el peor momento de mi vida, porque a la final no morí, pero me quedo el sabor amargo de la vida, esas ganas de vivir se habían esfumado. No es bonito el limbo, pero tampoco es bonito morir sin que nadie se entere, sin que a nadie le importe...

9.11.12

-Yo ya no te quiero...
El silencio inundo la habitación, y la vida se volvió tan negra que no se diferenciaba de la muerte.




Estaba completamente destruida tanto por dentro como por fuera.
Como saben que no moriré con esa enfermedad a nadie le importa lalalala~

Deseo


Quisiera despertarme un día, y ver tu cara dormida al frente de la mía y saber que estás y siempre estarás allí cada vez que yo abra mis ojos...