No es
imposible llevar nuestros recuerdos a la cama, cuando aun tú duermes con otra y
yo con una persona distinta a ti. Cuando te des cuenta que los errores los
comete cualquiera y vuelvas a mimarme a mí. Cuando ese frío espacio que nos
separa se derrumbe y desaparezca.
Tus
ojos detrás de una cortina dándole curvas a mi delgada figura y yo con el corazón
dolido dejándome llevar.
La expresión
de nuestro rostro cambia al mirarnos, pero porque no podemos estar juntos, será
porque hicimos falsas promesas a las personas que ahora están a nuestro lado, esos
falsos y prometedores compromisos que nunca cumpliremos de corazón.
Pero
¿a que le tememos? A lastimarlos a ellos ¿no? O a lastimarnos a nosotros, tal
vez… Solo una cosa se, es que no me puedo resistir a esos labios delicados que
al oído me susurra que me quede y que no me vaya, que estaremos juntos para
siempre.
Pero
sabes… ¿La felicidad es pasar por encima de otras personas? O ¿dejarlo todo por
este desenfrenado amor? Y llevarnos siempre la culpa a la cama cuando hagamos
el amor.
¿Eso es vida?