El silencio se hizo
profundo, tan profundo que daba miedo. Las mentiras se difuminaron, tus simples
mentiras.
La sonata para dos se volvió
trizas, ya no era la misma. Tú te quedaste callado, pero tus ojos gritaban de
emoción gritaban al simple hecho de que íbamos a estar juntos. El ambiente se
cargó de emociones, emociones que no se expresaban con palabras pero que
entendimos perfectamente. El silencio solo era un puente.
Entendí perfectamente
esa noche todo lo que siempre quise saber de ti, todo lo que simplemente me
agradó y lo que me desagradó. Esa noche nuestros labios no se movieron para
pronunciar ningún ruido. Esa noche ame por primera vez el ruido del silencio.
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~*Gotas de frío cristal*~