20.10.12



-Después del dolor intenso, ¿Debería elegir la desesperación? Dije.
-No. - Respondió él. 
- ¿Por qué? Dije yo siguiéndole el juego.
- No, porque tu dolor no es real. Tu no eres real. Yo no soy real, nunca lo fui y nunca lo seré...
Suspiré profundamente, el tenia razón... No eramos reales, ni nunca lo íbamos a ser.