24.11.12

El ruido del silencio.


El silencio se hizo profundo, tan profundo que daba miedo. Las mentiras se difuminaron, tus simples mentiras.
La sonata para dos se volvió trizas, ya no era la misma. Tú te quedaste callado, pero tus ojos gritaban de emoción gritaban al simple hecho de que íbamos a estar juntos. El ambiente se cargó de emociones, emociones que no se expresaban con palabras pero que entendimos perfectamente. El silencio solo era un puente.
Entendí perfectamente esa noche todo lo que siempre quise saber de ti, todo lo que simplemente me agradó y lo que me desagradó. Esa noche nuestros labios no se movieron para pronunciar ningún ruido. Esa noche ame por primera vez el ruido del silencio.