Ese momento fue único,
sentir como tu alma se despega poco a poco de tu cuerpo y que no sea un simple
sueño no es algo que una persona normal quisiera vivir.
En ese momento me
deje llevar, pensé que moriría sin que alguien escuchara mis gritos de ayuda…
Sin alguien que muriera conmigo…
Ese fue
el peor momento de mi vida, porque a la final no morí, pero me quedo el sabor
amargo de la vida, esas ganas de vivir se habían esfumado. No es bonito el
limbo, pero tampoco es bonito morir sin que nadie se entere, sin que a nadie le
importe...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
~*Gotas de frío cristal*~