Él cerró los ojos
lentamente, y fue la última vez que miró la luz. Su corazón había dejado de
latir, aquella maquina solo hacía ese ruido escandaloso, el ruido de cuando la
gente se muere… Si, aquel horrible ruido.
Lo miré con toda la
ternura del mundo, y mis lágrimas no paraban de correr. Era el fin. Lo sabía
perfectamente, pero nunca lo voy a aceptar.
Mi
cuerpo quedo desorganizado, no podía respirar, no podía moverme, no sabía si mi
corazón aun latía, creo que no. El ya se lo había llevado consigo.
La
enfermera me trato de sacar de la habitación, pero yo no quería. Mi cuerpo reaccionó
agresivamente y la golpee desenfrenadamente, ella pedía ayuda, pero yo no
quería separarme de él una vez más. No otra vez.
Estaba
ida, totalmente perdida. Seguridad me sacó del hospital, mientras yo gritaba su
nombre, el cual nunca olvidaré. La gente me miraba como si estuviera loca, pero
ellos nunca experimentaron lo que es que parte de tu vida se muera delante de
tus propios ojos.
El
murió mientras yo sostenía sus manos, mientras él me dedicaba un “Te amo”. El
murió por mi. Y mi corazón murió con él.
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~*Gotas de frío cristal*~