22.9.13

Éramos.

Éramos locos enamorados jugando a ser niños, nos encantábamos el uno del otro y posiblemente eso era lo que más odiábamos. Nos odiábamos, pero nos amábamos más que cualquiera en el mundo más que el sol ama a la tierra. Más que todo. Un amor imposible eso es pero si el destino unió nuestros lazos ¿Por qué la mano del hombre debía cortarlo?
Éramos unos pequeños tórtolos jugando a no tener miedo, pero las inseguridades estaban servidas de desayuno y las amenazas también.
Éramos algo que no era nadie, ni nosotros mismos..
Éramos entre la vida y la muerte. Eso éramos una especie de cosa que no tenia forma algo tan maravillosamente raro. Eso éramos una cosa rara.
Éramos pequeñas voces en nuestra cabeza, éramos la voz de la inexperiencia. Fuimos y seremos eternos, infinitos y vacíos, tan vacíos como un florero sin agua pero con flores dentro.
Somos la cosa que el destino nos quiso hacer, esa cosa rara y deprimente de la que siempre hablamos cuando estamos solos y pensamos cuando estamos acompañados.

Pero a la final somos lo que queremos ser, aunque sea lo que dañe a los otros. Somos los que nos gusta ser porque al fin y al cabo nos amamos más que nada en el mundo.